MENTE EVOLUTIVA:

1. PROYECTA UNA META:
No es soñar todos los días  con lograr el objetivo, sino simplemente ser disciplinada con tu agenda deportiva y perseverante en tus sesiones de entrenamiento, con el propósito de alcanzar la meta preestablecida que te facilita obtener tu reto personal.

2. FRAGUA UN HÁBITO:
Mediante la repetición constante de diversas pautas que conforman una rutina, que con el tiempo se interiorizan, transformándolas con normalidad en costumbres y las manifestamos en forma de un hábito.

3. ESTIMULA LA PACIENCIA:
La paciencia más allá de una virtud, es una herramienta capaz de potenciar las capacidades de cualquier persona, la cual nos ayuda a permanecer tranquilas ante circunstancias adversas y aceptar la demora de la recompensa durante la búsqueda de una situación gratificante.

4. PERSISTE ANTE LA DESIDIA:
Si por casualidad algún día te visita Doña Desisdia, evítala a toda costa, no busques excusa alguna, dile abiertamente que no tienes tiempo para ella, que debes ser leal con tu rutina deportiva, por lo que debes acudir la cita diaria para entrenar a tope de energía positiva, porque si no lo haces, ella no será benévola contigo y te impregnará de pereza y lo peor no es eso, es que te presentará a la pesada de su amiga llamada apatía.

5. DISFRUTA DEL PROCESO:
Al inicio, cuando nos proponemos superar un desafío personal, es muy fácil enamorarse del reto y a consecuencia de ello, focalizamos todas nuestras energías única y exclusivamente en conseguir el objetivo deseado... 
No obstante, a menudo nos despitamos y se nos olvida  que existe un camino por el cual debemos cruzar obligatoriamente si queremos alcanzar la meta final. Por ello, es vital a nivel motivacional nutrirnos de energía positiva que nos ayude a disfrutar durante el recorrido, pero que además, nos sirva de impulso en los momentos tediosos de la travesía y que en definitiva, nos facilite incrementar de forma exponencial nuestras posibilidades de éxito.